miércoles, 5 de diciembre de 2012

En tres años podría estar lista autovacuna contra el cáncer



El proyecto de inmunoterapia contra el cáncer que se encuentra en su fase experimental y  avanza con resultados bastante prometedores.

   Con el aval de los exitosos modelos de vacunación contra la lepra y la leishmaniasis a partir de la inmunoterapia luego de más de 20 años de investigación, el Instituto Venezolano de Biomedicina, que se encuentra bajo la dirección del doctor Jacinto Convit, inició en 2006 los estudios para crear una autovacuna curativa contra el cáncer. Padre del instituto y quien fue postulado en 1988 al Premio Nobel de Medicina por la creación de ambas vacunas, Lepra y Leishmaniasis. El grupo de estudio de la inmunoterapia lo conforman 24 pacientes con cáncer de seno, estómago, intestino y uno de cerebro, que son sometidos a un estricto control médico.

    “El cáncer parte de un problema inmunitario importante y ocurre cuando las células pierden el control y comienzan a reproducirse rápidamente. En el organismo existen unas células llamadas natural killer (NK) que cuando comienzan a actuar a nivel inmunológico destruyen estas células malignas, pero como el cuerpo no las reconoce, proliferan”, así explicó el doctor Borges cómo nace el tratamiento inmunológico de esta enfermedad.

     De acuerdo con la hipótesis de la investigación, si se logra que el organismo reconozca esas células cancerígenas como extrañas, entonces las células NK podrían actuar contra ellas y destruirlas creando anticuerpos. En esa dirección avanzan los estudios, en los que se espera obtener una respuesta útil inmunológica a través del estimulador Bacilo Calmette-Guerin (BCG), ampliamente utilizado en la lucha contra la tuberculosis.


Las dosis serán gratuitas
     El magíster en Salud Pública Rafael Borges aseguró que debido a los excelentes resultados del BCG como coadyuvante en la cura del 80% de los casos de lepra y leishmaniasis, se ideó su empleo como tratamiento alternativo contra el cáncer. Así, la autovacuna contra esta patología parte de la combinación de este producto con células tumorales del paciente. Su implementación masiva, que será totalmente gratuita, se prevé para dentro de 3 años aproximadamente.

     Una desventaja en la aplicación de esta vacuna sería que en estudios avanzados de la enfermedad su efecto se vería casi totalmente limitado. Por esta razón los doctores Borges y Convit hicieron énfasis en la evaluación periódica de los pacientes que forman parte del proyecto, de manera de conocer su respuesta inmunológica semanal.

     Sin embargo, y a pesar de que el epidemiólogo reconoció que los “resultados son bastante prometedores”, aclaró que todo tratamiento nuevo requiere un tiempo prolongado para estudiar la evolución de cada caso. Por ello fue categórico al expresar: “Por ser un estudio experimental, no se pueden admitir más pacientes”.

     El investigador también aprovechó para recordar el revuelo causado a raíz de un titular publicado por el Diario 2001 el 7 de junio de 2010, en el que se anunciaba la creación de vacunas contra el cáncer de seno, colon y estómago en el Hospital Vargas. “Fue un gran escándalo. Aquí venían más de 300 personas todos los días; no se podía trabajar. Sabemos que es una esperanza, pero se requiere tiempo”, relató.

     Sobre la receptividad de la comunidad médica en torno a este modelo experimental, sostuvo que han recibido críticas de ambos extremos. “Mientras unos consideran que no sirve, otros se muestra excesivamente optimistas. Pero la ciencia debe basarse en la evidencia”.
Se creó una fundación para impulsar el proyecto.

     Dado que el tratamiento de inmunoterapia contaba con recursos exclusivos del Instituto de Biomedicina, que también forma parte de la UCV y del Hospital Vargas en las áreas de docencia e investigación, este año se creó la Fundación para el Estudio Inmunológico del Cáncer. La idea nació para obtener fondos de parte de todo aquel que desee aportar su granito de arena, como ya ha ocurrido con organizaciones internacionales interesadas en el estudio.

     No obstante, se han presentado algunas trabas que han impedido su operatividad al 100%, sobre todo en relación con el déficit de personal médico oncólogo en el país. El motivo: la fuga de cerebros. “Hace 5 años había una alta demanda de médicos, pero ahora muchos se van al graduarse a Europa, especialmente España, Italia, Portugal; así como Estados Unidos y Australia por los amplios beneficios económicos. Por eso se ofertan 100 cupos y solo acuden 20 aspirantes”, puntualizó Borges.